La virgen muerta by Samuel Vernal

autor:Samuel Vernal [Vernal, Samuel]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial, Intriga, Fantástico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-11-15T00:00:00+00:00

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La leyenda de Sierra Sombría

Guadañas, Cantabria

10:35 horas

La agente Maite Landa sonrió al archivero Pedro Roncesvalles y trató de mostrarse ante él lo más amable posible. Necesitaba su ayuda. Por mucho que Luzu opinara que aquellos enterramientos irregulares en el cementerio de Sierra Sombría debían de tener una explicación lógica, ella no estaba tan segura. Y, por encima de todo, quería averiguar qué era lo que había sucedido con Eugenia, la hermana de doña Rosana, y descubrir la causa de que estuviera sepultada de aquella manera. Además, no paraba de darle vueltas al hecho de que las mismas iniciales “A.M.” aparecieran tanto en el altar de la ermita situada al otro lado del bosque como en la placa del lugar donde habían encontrado aquellas extrañas tumbas sin lápida. Gloria aún estaba en Madrid solucionando el tema de su vecina y no había tiempo que perder. El ángel había secuestrado otro bebé y no tardaría en aparecer su cadáver, si no lo había hecho ya. El inspector Arbizu y el desgraciado de Basauri se estarían volviendo locos tratando de encontrar una conexión entre los crímenes, más allá de su vinculación con aquella empresa, Astuta. Puede que Gloria y ella estuvieran totalmente equivocadas y aquel maldito pueblo no tuviera nada que ver con los asesinatos, pero Gloria afirmaba que tenía el convencimiento de que así era. Y, por algún motivo, sabía que decía la verdad. Ella también tenía ese presentimiento.

—Me alegro de que haya vuelto a visitarme, joven. No sabe lo que me alegra verla. Me recuerda usted mucho a mi hija.

—Muchas gracias, Pedro —contestó ella. Sopesó la idea de decirle que él también le recordaba a su padre, pero enseguida la desechó. Mamadou Diouf no tenía nada que ver con aquel hombre amable y cariñoso.

—¿Qué es lo que está usted buscando exactamente? —le preguntó—. ¿No encontraron el otro día su acompañante y usted lo que buscaban?

—Estoy interesada en la historia de Sierra Sombría y Guadañas, sobre todo en las romerías y peregrinajes que en la Edad Media se hacían a las montañas que hay tras el pueblo. Ya sabe, por veneración a la Virgen María. ¿Sabe cuándo comenzó esa tradición?

—Aquí siempre se ha dicho que en ese bosque y en esas montañas pasan cosas raras.

—¿Cosas raras? ¿Se refiere a los accidentes mortales que ha habido en el Paso del Lobo?

—Sí, pero no solo eso. No quiero parecer un extravagante, joven. Mire, tenemos un par de libros que quizá puedan servirle. Venga conmigo.

—Espere, Pedro. No me deje así. ¿Qué cosas raras son esas?

Él se detuvo y, dándole la espalda, respiró profundamente.

—No será la primera vez que la gente desaparece en el bosque o en los alrededores de la ermita.

—¿Cómo que desaparecen?

—Sí, gente que se pierde. Para siempre, quiero decir. Y otros aparecen mucho tiempo después, cuando ya se les daba por muertos, y no recuerdan nada de lo que les ha sucedido. O regresan al poco tiempo, totalmente enloquecidos.

—Pero ¿conoce algún caso en concreto?

—La verdad es que no, pero esas leyendas siempre se han contado por aquí.

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